MILES DE VECES.
Concluida una historia muy larga,
tantas veces a esta hora en este día,
la esquina que daba a la ventana,
el pan blanco, dos platos,
dos vasos.
De cierto no sé cuánto tiempo,
viendo avecinarse el futuro,
hasta que un día la casualidad
se detuvo,
y fue más amplia la luz,
más difuminada la penumbra,
más solitario el hueco,
sin nada,
en silencio,
aquella hora repetida,
miles de veces.
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