LEJANÍA.
Dentro de años, es la lejanía. Incluso. Dentro de un año. Dentro de tres semanas, o de cuatro. Sin atribuirlo a nadie en concreto. Ni tan siquiera a un extraño sueño. Real. Dentro de unos segundos, el miedo otra vez. Abrir y cerrar sin detenerte tiene su parte de vacío. Dentro de un instante otra vez -apriétame-, vuelve lo inmenso y lo percibo.