PAN.
Voy a la tahona, en la tahona dos o tres bolivianos y uno de Agadir, y en el mostrador con un montón de barras de pan, ella y una argentina modosita con mandilones blancos, ponía: Panificadora La Tahona de Madro, y le miro a los ojos y le digo, Madrona que le has hecho a la puerta de casa, y ella me mira y me dice: Jandro, vete a tomar por el culo, y sal de aquí, o llamo a los municipales. -Pues eso, salgo pitando. -Pues eso me entra aquel cosquilleo en forma de alacranes. -Pues eso, me entra aquel odio y unas ganas de maltrato de género que te cagas. Me dieron muchos impulsos de comprar un hacha en la ferretería La Gonzaga, y subir a la puerta donde el corazoncito del Niño Jesús, pero era blindada estilo bunker. Me dieron ganas de comprar un taladro con broca widia de quince y meterlo por el bombin para descapullarlo, pero no había enchufe en el rellano, y la vecina es una golfa que siempre está escuchando a Julio Iglesias y a Ricky Martin mientras mira por la mirilla