Entradas

LUGAR.

Imagen
donde has llorado la ausencia sólo está el recuerdo cuando llegas dos escalones, pétalos tirados la silla donde sentado esperaste y quizás un poco de brisa cuando cierras los ojos para intentar escucharle palabras escritas con luz   la maldita duda otra vez Qué puedo esperar de lo que queda dolor y amor a partes iguales en este lugar jurarme que no he perdido la esperanza otra vez

SOMBRAS.

Imagen
Yo permanecía inmóvil cuando era crío en el lugar donde no me alcanzaban las sombras que se movían, como alucinado. A veces la lluvia se arrastraba por los cristales a dos palmos de mis ojos y era todo un ulular si añadíamos el viento y los perros lejanos. De todo lo que se puede caer del cielo recuerdo una bola de colores que fue andando hasta allí, arrastrándose, como se hace al girar sin apenas contacto. No sabía que hay voces largas que se parecen amenazar pero sólo aman. Eso fue muy después, un tanto así de distante, de no sé cuántas lluvias, de no sé cuántos paseos hasta la sala donde las ramas de los chopos se agitaban tras la ventana, aquel día que me puse de pie en secreto por un arte de magia sublime, y vi aquellas sombras en el suelo de madera que se decían cosas horribles mientras mis padres se amaban.

COMO ERA.

Imagen
Yo me pensaba que tu “clítoris”, era como un tallo incipiente de helecho, sobresaliendo de la escarpada, entre piedrecitas de cuarzo. El autobús vibraba y facilitaba mi erección y si a eso se sumabas el pensamiento. Que no pensaba en el hambre, o en el dolor de mi hermana que a veces le daba por soñar que era reina. Al abrir la puerta el autobús gimió mientras paraba, y yo estuve por la acera caminando hasta tu portal lleno de oscuridad y de olores y al subir los tendales llenos de banderas con mangas y el zureo de palomas o los gorriones. Sobre las doce de la mañana me vi entre tus piernas y el sabor era a jengibre y pude mojarme los labios porque tenía sed, la luz era por la ventana de tan alto el cielo como era.

LLAVE.

Imagen
Palabra que dice luz y amor, y otra que debo mirar su duda. La llave encima de la mesa, tal como esta: AAAAB3NzaC1yc2EAAAADAQABAAABAQDEZKI3CLC2at0GlgY6cG6rLEcSUVB44mgNzMSlyPb4T4Vqe1an2cS3BQrWPfS3x6x4nQluvnP6K7RaT/9dm33c7j0VULu9ij0WBpMWp0xmlBRdHoGHRMjSCfGp2s1AeHvvUJb2/GYrJFkYk6fysrvry6UbbKuk1291rw1tAt4obbfh/90TMheQ9pbm/hREEcrE8Q0YgSAFnCTRo1yQGYn3pJDE4OJGU3y1nKQfWGS+9FYt18eMT3kS3P3ZjM7gj3TGWtuk9IUxX1TqIRY7TqH6ZLtRDKtcEnBIeiftUpnVLGPCoyA0pnjiOufBApa5XsOx7w3WcOB4dlKoafK2qJDT Debo adivinar en qué orden y en qué lugar. Supongamos que empieza con muchos silencios. y que hace frío. Palabras que dicen los infieles a los fieles en total orden. Palabra fuego sin ser verso Hambre sin tener sentido. Palabras hechas de cristal o de color verde. La llave está ahí casi infinita.

SUBLIME.

Imagen
Pensaba en mi suerte inmediata. Cuál era. Luego aprecie que era libre de decidir el próximo suceso. Cerrar la ventana, dejar una raya de luz en su mínima longitud. Prometer la libertad a una mariposa purpura sentada sobre su tórax. Qué bien asesinar en este día lleno de frío. Debería decir una palabra que nombre a algo que amo. Sólo en silencio. Ya dije: es muy sublime la desproporción. Blanco o negro en su justa medida. Te dije, respira despacio. Aún eres libre. La cama intransitable como un desierto. A gatas irte hasta el fondo. Cruzar los Urales. Con todo el frío sobre tus manos. Limitar la luz del universo. Sólo es un gesto. Estira la mano lo que puedas -como un mono- y empujar la ventana en un último esfuerzo. Es sublime.

SOL.

Imagen
De todo lo que se queda desnudo miro como la sombra cubre la luz de enero lentamente luego repaso las historias de que estoy hecho y me quedo viendo cómo sube la marea.                                  Huele al fondo del mar.                                  Poseidón empuja una isla. Todo lo que he tenido entre las manos a veces nada y otras como eran la forma de tus labios entre el indice y el pulgar. El sol está aquí desterrando el frío.                                  Cómo decías: te quiero                                  en forma de T, tú lengua posada. Cómo poder hablar de ti en esta galería llena de geranios si a veces la mañana es el fin del mundo                                  Cómo decías: te quiero                                  en forma de O. Tus labios redondos. Desnudos. Todo es posible ir hacía ti si cierro los ojos.

AYER.

Imagen
Ayer. De extraña luz, por donde el solete esconde su carita. Al lado del mar en un ritual desolador e imperfecto de colores. Ayer sábado. Luego de todo eso. La niña se fue. Qué sería de nosotros sin un poco de amor. El frío tan intenso buscando allí lo último del calor. Poner al perro a tirar de mi. Debo estar siempre a punto para el impacto. Entender la gravedad que llevo encima ir con ella a todos los lugares en equilibrio. El día lleno de albricias dispuesto a coronarse. Lo esperaré detrás de la ventana. Su muerte al fin será como siempre. -¿Cuándo? -Y de qué forma.

2014.

Imagen
Del 2014 recuerdo lo más sublime un dedo dando una vuelta sobre mi espalda y a más de una milla aquellos  estremecimientos. Juro que estuve allí para un periodo de prueba todos los días desde enero y en mayo aquel dolor en el vientre y muchos arrebatos de tristeza en tres tardes de junio bajar las escaleras y buscar los abismos del ángel en el  día más largo Lo mejor la primavera, es simple.                                         Laura. A veces la manzana atraía a la tierra.

EL AIRE.

Imagen
vi varias veces la bolsa  que vuela de American Beauty cuando tengo miedo lo miro dar tantas vueltas juro que me afano por no perder la esperanza por dormir y despertar, vivir del aire si estás ahí la llamada es posible a horas normales dime algo mándame palabras mensajeras

ANESTESIA.

Imagen
¿Qué tal si hablamos de soledad? Qué será del amor si nadie llegase para tocarte. Tengo la sensación que he despertado en otro lado. Aquí la luz es un tanto desigual. También son desiguales las formas que ilumina. Parece proyectada por un punto alargado que penetra desde el cielo. A ciencia cierta esta habitación puede ser otro lugar no identificado, otro mundo, aún no lo sé. Alguien apareció en el umbral de la puerta dispuesto a interrogarme, no percibí completamente su cara, y no entiendo lo que quiere decirme, en el fondo de esa perspectiva de ojo de buey en que lo detecto. Ayer pude haber estado aquí o en otro lado. Noto una inclinación inusual que dificulta mi reposo, estoy en el fondo de algo, físicamente apoyado, al revés, sobre un tabique. En estos casos suelo razonar con cierto sosiego, -quiero decir que no me pongo irrazonablemente nervioso-. Ahora, más despierto que antes, reconozco que quizás nadie se asomo al umbral de la puerta, pudo ser una sombra alargada. N

DIME ALGO.

Imagen
Había cosas que no encontraba. Iba allí y me daba la vuelta preguntándome a mi mismo que había venido a buscar. Me quedaba de pie. Una palabra que debía recordar. Me quedaba de pie por si acaso   empezaba por eme. Es algo sutil eme eme eme eme. Y eso. A veces pensaba a mis años voy a empezar a aprender música, o un idioma. Estar viendo el mar todos los días era de tontos. Aprender álgebra vectorial para mover eso del tálamo o donde esté. A mezclar cosas. Leer crimen y castigo, guerra y paz debajo de las nubes o un árbol. Ir a que me la chupen muy despacio. Apuntarme a cáritas y a la cocina económica, puedo acarrear, condimentar, hacer sopa boba. A cuántas millas de mi están los náufragos y los hombres descuartizados. ¿Aún hay compasión? ¿Cuántas latas de conserva he de llevar a los almacenes? Cuando duermo bien me tiro un pedo muy largo lleno de corcheas y suena bien. En este autobús sobre la libertad no pregunto. He de levantarme. -Podré soportar her

EL TIEMPO.

Imagen
Navegaría por el mar de  Joló, más al sur del sur, a esperar una ola gigante, mientras me huele a café y a lobos. Me iría a despertarme a una llanura de sal mientras el sol  hace mojama la parte santa  de mi corazón. Qué será del viento si no se abren amapolas al borde de la nacional seis, de qué rellenaré mis palabras para que crezcan. Cómo arderán mis huesos para no dejar rastro, sobre la tierra incapaz de recibirme hecho briznas. Tengo fe en que el cielo tiene brazos para acogerme en mi regreso a la tercera planta, a una noticia de una sola palabra. Deseo abrir mi puerta y aullar dentro de mi madriguera. Volver a encogerme sobre mis brazos tocar mi cara con mis rodillas y recordar el tiempo en que estaba vivo.