NIDOS.
En los nidos hay bocas esperando. De vez en cuando volando llega una lombriz y los días son una aventura. Escucho los ruidos cercanos. Si transitas imagínate que detrás de cada cuatro paredes puede haber: amor, odio, sufrimiento, que puede estar surgiendo la vida o la muerte. Es indistinta la fraternidad de las ánimas de los vivos. Son nidos, y siempre habrá bocas abiertas. Panchito tenía un terrorífico guerrero de plástico embutido con una coraza de acero inoxidable de alta resistencia, las piernas eran dos orugas gigantescas y devastadoras en forma de triángulos equiláteros, los brazos estaban dotados de unas sierras cilíndricas de cuchillas de titanio bañadas en níquel y cromo, sobre su cabeza llevaba un casco a lo águila imperial, y tapando sus ojos unas protecciones reflectantes de color dorado. Panchito trajinaba con el guerrero universal por el suelo gris, entre granitos de azúcar, alguna hormiguita despreocupada, rumbaba , atronaban sus labios, ponien