Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como nunca

EL OLOR Y LA MEMORIA.

Imagen
  Voy a esto. A veces aquí llegan esas moscas verdosas y se ponen a restregar sus patas posadas sobre los pliegues de mi pantalón, dan vueltas, van y vienen como si ese mundo que les huele sobre mis piernas fuera suyo. Ya sabes. Yo soy muy dado a recordar cosas que las más de las veces no son agradables. Serán los años. Por ejemplo. Ahora como si fuera un mecanismo de defensa mensuro lo que vive poco. Esos organismos vivos, dijéramos, seres vivos que viven apenas unas horas, esos que casi nunca pasan de las doce de la noche, esos que van corriendo despavoridos, diminutos, por la mesa de la cocina entre alguna bolita de azúcar, y los aplastas, sin ningún rastro, dejando una mísera gotita de sangre que a penas ha vivido. Todo esto es reconfortante dentro de mis cálculos sobre la ilusión del tiempo. Llegas a una edad. Todos llegamos a una edad en que nuestro bagaje existencial son solo los recuerdos. -A lo que iba. -Esto viene hoy a cuento. Cuando era niño en nuestra casa no había váter.

PASILLO.

Imagen
  Si te digo que tengo pena es porque la tengo. Nunca de otra forma podría decirte que tengo pena. Ya me conoces. Esto es como una carta que piensas un poco antes de empezarla. Como buscando. Unas palabras que te lleguen donde tú tenías esa parte que siente. Como escondida. De todas formas, si te lo digo es por no quedarme tan solo. En el pasillo. Como insensible. Si te hablo, habitas todo el silencio y vuelves a existir. En tu compañía, no en la de otros, incluso imaginando que puedo verte aquí dentro. A veces me paro, por pensar, y a otro poco sigo hasta cerca del balcón. Y allí, otra vez paro, y pienso mucho más largo. Por allí, te lo digo, siento como si fuera un destino. Donde tú estuviste tantas veces. Te lo digo. En ese lugar habitable, tan exiguo que teníamos. Tantos años después de tanto esfuerzo. Construido ese lugar para nosotros. Llamarlo viaje no sé si podría ser acertado. Me emocionan las partidas. Su tristeza. Como un vacío. Al final. Por allí aún hay hortensias y romero