Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como ventana

LA COSITA.

Imagen
  Hoy, después de una noche en la que no dormiría ni dos horas, me encuentro en un estado lamentable. Si fuera un objeto, diría que estoy apoyado por su vértice, con una gran inestabilidad dentro del espacio que me rodea. A veces me doy cuenta de que mi estado mental no está nada bien. Son momentos en los que parte de mí se vanagloria de una gran lucidez, y me observa. Comprueba situaciones recientes, actos que realizo sin ningún control, solamente con cierta censura por mi parte, para pasar desapercibido si soy observado. Son casi compulsivas en mí las ceremonias. Situaciones que si no realizo, enfermizamente, pienso que en la siguiente e inmediata parte temporal de mi vida tendré mala suerte, incluso pensando que por hechos indeterminados no seguiré vivo. Es esta una parte de que mi "controlador" certero me dice que no me encuentro bien. Lo otro son las obsesiones, los pensamientos horribles de hechos que podría llegar a realizar, los actos compulsivos si me encuentro a gr

OTOÑO.

Imagen
  De todo lo bueno que había en subir aquella empinada cuesta para llegar a casa, estaba que para bajar a comprar un cuartillo de café era más fácil. Nunca pensaba que debía subirla otra vez para no tener que hablar con la desesperanza. Si quedaban rastros de la lluvia estaban aquellos caracoles allí, tan lentos, ellos más listos para llegar a lo que fuese su casa solo atravesaban el sendero, dejando aquel rastro transparente. Tenía cuidado de no pisarlos para que no hubiese muertes baldías, por bajar a comprar un cuartillo de cualquier cosa. Una vez arriba yo miraba desde la ventana lo caminado, y me parecía una lejanía, o dos lejanías, dependiendo de mi estado de ánimo. Y también miraba como era de viejo ahora y de joven en aquellos años que dos zancadas me hacían estar en la cima. No podría decirte cuantas subidas y bajadas. Hubo días de contarlas y hubo hasta ocho. Pero nunca fui de acumular veces, al final del día lo medía por el cansancio. Mi entretenimiento esencial en estas hor

ELLOS.

Imagen
  Después de mucho tiempo llegué allí. Te voy a contar cómo llegué allí con todos ellos hablando en mi cabeza sin poder pensar tranquilo. Si te fijas nunca dejas de pensar, un pensamiento trae a otro. Cuando llegué allí, ellos seguían a lo suyo. Aquel poema. A veces hacía poemas mientras esperaba. Nada trascendentes, sobre lo más nimio. Partía la idea desde una figura exacta y quieta recortada en el horizonte, quizás un árbol. A veces llevaban todo el dolor que te puedas imaginar. --Los poemas así solo se piensan. Palabras con nombres y nombres que te parecen versos. --Solo a ti. Cinco años antes había llegado a la puerta. Aún la recuerdo. De dos hojas que se abrían a la mitad, la de abajo debía de permanecer casi siempre cerrada, la de arriba abierta para la ventilación. Llegar hasta allí fue relativamente fácil en el sentido de que solo era caminar dando dos vueltas en zigzag para acabar en un tramo recto que te llevaba a la casa. Las vías del tren pasaban por la parte posterior, y c