Y SÉ QUE ME VAS A PERDER.


Debajo de ese rostro tan acicalado sé que estás tú; y debajo de esa tez morena sé que existe un pálido místico, casi mortecino.
Al besarte queda en mi boca un rastro cosmético irrepetible, y de ti se impregnan en mi piel perfumes inigualables, una senda incolora, cristalina, que percibo en mi mismo y me delata.

-So puta, que me quieres arruinar la vida.

Por las Santas Flora y María fue cuando sujeté la escalera de tijera para que tú ordenases las cajas del anaquel llenas de legajos históricos de la Santa Inquisición, pulcramente atados. Vi tus pantys negros y me imaginé que no llevabas ropa interior, quiero decir debajo. Por Santa Flora fue. Le hice el redondel al día veinticuatro (al levantar las hojas de hace tres meses lo he recordado).

Cuando estaba así mirando debajo de tú falda pensé en tus piernas palillo y en los restos de comida de mi muela del juicio, de lo finita que eres. Y es que eres fea de cojones.
Pero sabes, cuando te abrazo siento que no tengo casi nada entre mis brazos, me da aquella sensación de ternura, porque te presiento indefensa como si estuvieras hecha de fina porcelana.

Y todo tú eres vello y bella. Renglones negros en tus piernas, en tus axilas. Un puñetero rizo.

-Y luego.
Hay luego. Te transformas. Veo tus ojitos, tú pelo rubio de mentira, y bajo mis manos sólo encuentro un puro hueso. Eres una ilusión de aparecida. Un pincho moruno de gorrión. Y me apeteces. Sacaría contigo el trocito de hebra de mi muela del juicio.
Ya te dije.
Estás en el palillero, mojo tinta y escribo.
Cuando llego allí con mi boca, por tus piernas baja la miel de dos colmenas; esa eres tú que te derrites y te derrites. Luego pienso que te voy a vencer y me ganas de acostada; eres un refugio porque no tienes fin; eres una cueva sifón que llega hasta el mar y sueltas bufidos de oleaje.

-Puta.
Efeba hasta decir basta, me llenas media boca, pero es un misterio, das como leche condensada, así de dulce, a lo tocinito de cielo. Tus pechos son dos areolas sobre dos botones de nácar; muchas veces me apetecería sacarlos del ojal para ver cómo es tú corazón; saber si es en realidad tan pequeñito.

Eres todo eso, así diminuta, una fontana, agua cristalina y pegajosa que llega hasta los dedos de tus pies, una y otra vez pidiendo y pidiendo, y me vences, y me pareces imposible que seas tan mujer, cuando el viento fuerte casi te impide mantener el equilibrio
Ven a verme, quiero estar contigo. Deseo aullar, y que acabes con las pesadumbres de ser tan maldito, mentiroso, tan increíblemente pasajero por este valle lleno de líquenes blanquecinos que tapan sorprendentes emboscadas.

Y es que eres mucha mujer. Y yo huelo a gasolinero pero soy historiador y archivo cosas.
Te he conocido en un acto de fe de la Santa Inquisición.
Si ni quemabas, so bruja. Soltabas fuegos de San Telmo, o fatuos; vete tú a reconocerlos.

Hoy he tenido que bajar al garaje cuatro veces, cuatro veces he desenroscado el tapón de la gasolina, cuatro veces me he sometido a esos vapores que fluyen, así agachado, dejándome empapar la cara por esos vahos. Me los doy hacía mi con mis dos manos, como orando a Mahoma, vapores que matan el rastro de tú piel.

-Y aún no estaba seguro, y volví a bajar otra vez.
-Y oré.

Mi índice de pectano va en crescendo, la Legal lo nota, hay ciertos octanajes que no disipan las sospechas. Llega desaforada la Legal, cariño, estoy rendida, y en eso que nos damos un beso y es una humareda de naftas y butenos que transcienden, y ella haciendo aquel respingo con la naricita, mi cielo, otra vez ese olor tan rancio, y es que, mi amor, lo del surtidor del Cruce es una pompa de rastros refinados en punto crítico de ignición.

-Y explotará, ya te digo que explotará. Y se llevará media barriada.

-Que lo haces a propósito. Es un protocolo calculado. Tengo la piel llena de ti, y en mi boca regustos de tú coño (tan estrechito).

-So puta, te llevo en la muela del juicio, eres un palillo en mi boca.
- Y sé que me vas a perder.

Comentarios

Anita Noire ha dicho que…
Si es que hay rastros que matan!!! Que pruebe con las de 98 octanos

Entradas populares de este blog

CANCIÓN SIN MÚSICA.

OBJETO.

TOCAYO.