OS DEJO.


Mi gato se pone en esa postura de hucha de cerámica y no deja de mirarme. Hablo con él. Hay una ventana y veo la claridad de sol sobre un edificio de enfrente. Al levantarme no sabía realmente qué decir, ni qué hacer. Hoy es sábado por la mañana.

Adivina en que hemos hipermejorado.

Los jamoncitos de pollo están a tres con noventa, el filete de añojo a siete con noventa (todo el kilo, digo); el gambón especial a ocho con setenta y cinco; la naranja daisy a cero coma sesenta y siete; la manzana golden a uno coma noventa y cinco. También: jamón cocido, sobrasada cular, queso montelarreina, mozzarella rallada, café molido, dos de pan bimbo, y fitness de cereales (ocho), para los niños. Para Paco catorce latas de conserva de ventrisca, dieciocho de mejillones en escabeche, le encantan; veintisiete de filetes de anchoa, ochenta y cuatro de bonito del norte, catorce pack dúo de caldo de pollo; noventa y ocho latas de sardinas cuca; ciento ochenta latas de callos con garbanzos; y sesenta y ocho de fabada el Litoral.

Hago el pedido.

Sabes, hoy no sé como tengo el coño: me pide.

Os dejo.

Comentarios

Anita Noire ha dicho que…
malamente una debe sabes siempre como tiene el coño. Es fundamental.

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