SOPALISTA.

Estaba hasta los cojones de:
El Caldo de Pollo,
El Caldo de Pescado,
El Caldo de Carne,
El Caldo de Cocido,
El Caldo de Escudilla,
El Caldo de Jamón Ibérico,
El Caldo de Verduras,
El Caldo de Pollo bajo en sal,
El Caldo Suave.
Y se lo dije:
Mira, Zulema, te voy a dar una hostia y luego te voy a partir el coño a pollazos.
En el garaje me dicen que huelo a pluma.
La taza humeaba hacía la lámpara de neón, había una arañita haciendo sus cosas,
y tres mosquitos esperando a que nos durmiéramos.
La tele estaba en la esquina hablando de Fukushima,
- de japos con dos cabezas-
y que el Zorro del Desierto había vuelto sobre las arenas de Libia,
y no había amor.
Solo caldo de gallina.
A mi lo de la violencia de género no me gusta, no es el método.
Mejor matarlas follando
–tiene atenuantes si no eres muy hijo de puta-.
Pero Zulema me quería tanto que siempre me daba caliente.
A la gallina blanca le echan excitantes y conservantes que empiezan por E.
Y me ponía lelo.
Aquella noche sentí un fulgor indescriptible.
No le pegué, se me puso dura.
Se la metí por atrás y por alante,
infinitas veces.
Y luego, para hacer tiempo,
me puse a mojar pan en una sopalista.
Comentarios
Oye, no las mates, coleccionalas porque vendrán épocas de hambruna y no te quedarán ni coños ni sopas.
Cómo estás.
Un poco repulsivo el post, a que si.
Me han insultado de lo lindo.
Tú me quieres.
Un beso.
Bon apetit ¡¡
Un beso.