LA TELEVISIÓN PUESTA.


Nunca he podido matar a nada que tenga vida.
 
Luna llena que estás en los cielos el día dieciocho. Y me corrí dentro.Y en la cola del paro cuarenta hasta la mesa. Cerrados los ojos. Se me viene el polvo de ayer después de mi cámara y yo (todos tan felices), y por mi Eugenia atravesándole todas las líneas magnéticas por el cuello -que las veía como un yugo de espiras de cobre-,delante de mi capullo ella puesta a lo perra, con la cabeza sobre un almohadón de espuma, mirando hacía la pared de vecindad, con aquel coño recubierto de pelos enroscados hasta la misma rajita, sus espaldas amplias, su culo hermoso, batiéndola cogida por los pelos como a una yegua de su media melena, y yo aguantándole a intervalos de vete tú a saber cuantas entraditas suaves y un tirón descomunal que le hacía doblar el cuello sobre el cojín de retenida sobre el cabecero de caoba estuve dominador y si me venía el gusto pensaba en los hijos de la gran puta que me han puesto en esta cola y me aguantaba aquella subida de gusto y el tirón intermedio era aflorando el capullo donde los labios menores y cogiéndola por el pelo darle aquel baquetazo seco con todas mis fuerzas podían dar y daban y diciendo la musiquilla para mi mismo este por la peluquera del segundo este por la cajera del Más y Más este por ti y este otro por ti que solo me quedas tú aunque ahora mismo te llame por otro nombre (me agradaba también decirle soputa, muy por lo bajo soputa, te gusta soputa, te lo voy a dejar como un bebedero de patos, y eso o eso, y cuando me vaya a correr te la voy aponer en la boca para que me la chupes un poquito al final, ohhhhhh, Eugenita, y me corría dentro, de no sé donde).

Dos de pan y una de leche. Y voy para casa y me llamo Paco de eso en que se dice Paquito Francisquito, y los recuerdos: con su aro  de rueda de bicicleta su deslizadera sus hoyos y piedras en aquel senderito que iba por los sembrados de Modesto pasaba por un carreruco lleno de hojas de roble y llegaba hasta el río haciendo de coche de línea con paradas en Fonsagrada Grandas Pesoz Illano Cedemonio Doiras Boal Viyayon y Navia haciendo aquellos bufidos a lo motor Pegaso moviendo los labios de acelerador y el río esplendorosa plata maderas blancas en las orillas en forma de seres inimaginables hercúleos y extrañamente llenos de vida se me venía Mari Sol la hermana de la maestra de Cangas con aquella dulzura de risa y en mis pantalones cortos subidos por el lado aquellas primeras caricias cayendo sobre el río la florecilla diminuta de leche como un copo y quizás una trucha así con la boca abierta comiéndolo sobre esa forma tan plateada como si la Virgen estuviera allí posada y aún no se hubiese puesto a caminar.

Mi jornada acabada con las dos de pan y la leche de bolsa. Y ella en la cocina con la bata azul el culo doloroso el pelo doloroso y casi sin mirarme ni buenos días ni si ya has vuelto ni si no tomas un café ni si ayer no me has hecho correrme por lo salvaje que eres que un día me vas a sacar los ojos de lo sobrado que vas todo esto es así la casa me huele a ayer y a antes de ayer y a ella y a la cama deshecha y al café que no me he tomado y a las verduras que están cortadas en una pota esperando hervirse llenas de agua sobre la lumbre y no me da la gana de contarte nada ahora mismo que he vuelto con las dos de pan la leche y la cartilla del paro y un poco de pesadumbre.

Métete a pintor haz un módulo de ebanista aún podrías ser: un protésico dental un azulejista un cobrador del frac un carretillero un mecánico de automóviles un chapista un animador de fiestas y a consecuencia de eso ella me repite siempre que no voy a estar así toda la vida follándola de mala manera como si fuera el follador solitario a lo vente pacá que te la empello.

Francisquito que una vez se cagó en la escuela y olía a leche de la moruna fermentada cuando estábamos cantando el cara el sol con la camisa nueva puestos de pie la mierda blanquecina por mis pantorrillas y aquella peste cuando estábamos cantando volverán las oscuras golondrinas y Mari Sol en el pupitre de adelante mirándome con las manos en las narices como si ya no estuviera enamorada de mí

Quiero decir que leo un libro que se llama… siempre se me olvida.

Es lluvia de abril sobre las flores que ponemos a María. Cogidas a puñados sobre un manto de cuneta flores rojas y flores casi verdes que llegan en abril cuando la lluvia deja perlas sobre la hierba en donde se miran los pájaros para estar bonitos en donde se asoman las lagartijas cuando el sol ha salido y aún tienen la cola medio crecida sobre las enredaderas de yedra o los troncos de maíz que hacen música cuando llega la brisa que ha puesto Dios sobre las cosas para que haya hermoso silencio

Y hoy por la noche te volveré a poner donde la tierra tiene dibujadas las rayas del magnetismo del polo norte al, sur pasando por esta habitación que tiene un aire irreverente por el sexo bestial a lo garañón y no quiero que me de el aire porque hoy contaré veinte veces suave suave así tan suave y luego un arrimo de envestida horizontal hasta donde te la pueda meter y te quedes unos instantes con ella que no sé desde donde se vuelve hacía atrás que quisiera ser el agujerito de mear para ver como eres por dentro para atrás para atrás para atrás la bola de mi capullo para volver a empezar y eso y eso no me digas que no te quiero que si te quiero que me gusta mucho hacerte el amor a las once de la noche con la penumbra blanca de la televisión puesta.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
TREMENDAMENTE TEMERARIO, VIOLENTO, IRRACIONAL, EXTRAÑAMENTE ESCRITO, PERO TIENE CATEGORÍA, AUNQUE PAREZCA UNA PUTA MIERDA
Delia Díaz ha dicho que…
ha habido un rato que me ha parecido ver a Molly Bloom... sí, a esa misma que tú ya sabes... justo la versión masculina

qué bien escribes, condenado!

besos
goab ha dicho que…
redondo el texto y diagonal la intención, y blanco muy fundido en blanco.
La abuela frescotona ha dicho que…
la fuerza vital del escrito describe ese amor que resiste a morir en la doméstica rutina de las crisis y miserias de la sociedad, hacer el amor a su modo es una forma de ser y permanecer siendo un individuo que reina en su hábitat, tiene poesía, me gusta, saludos Kenit

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