ESPERA.
De lo
furtivo escojo los instantes en que debo vigilar todo movimiento,
si hay
riesgo, el temblor de mi corazón,
las manos
húmedas y frías.
Los
instantes posteriores en que debo acercarme a ti y recogerme en tu cintura.
De estar
sólo y desamparado escojo mis razonamientos.
De por
qué no he de suicidarme aún, y luego,
el método
de la devastación, entre lo endeble, lo leve, lo incruento,
o lo
trágico, si debo posarme sobre el mar.
Otros
momentos son de extraña reflexión, cómo he de hacer,
para
proseguir caminando sobre las brasas a esa velocidad en la que el dolor del fuego no te
rinde.
Existen momentos
en que estás tú en una escena de espejos.
Desde que
eras una ilusión con un pañuelo azul sobre la cara.
O el
momento que ya no eres grácil, de ritmo olvidado, apenas caminando en tu torpe y
viejo avance.
De todos
los fenómenos elijo cómo llegar antes.
Y qué
hacer si tengo miedo en la espera.
Mientras tú llegas,
para mirarme con tus cansados ojos.
para mirarme con tus cansados ojos.
Comentarios
Sigo leyendo cerca aunque nos separe la distancia de una pantalla de ordenador. ;)