FORMA DESPROPORCIONADA.

He cambiado tantas veces de refugio por la esperanza de llegar siempre a pie. La misma ciudad conocida más allá, sin una descripción exacta. A veces el sueño me viene en esta postura de codos apoyados, las grandes dimensiones a una distancia de un brazo de unas migas de pan. A la inmensidad le cuesta entrar en ti, de alguna forma en mi, sea de noche, sea de día, el otoño ruega por nosotros en su sacrificio todo derramado sobre la tierra, el frío azul tan lejano, la pútrida hojarasca hacía el negro, las manos frías envueltas en si mismas. Hay flores abiertas, olvidadas, que nos miran, y si te das la vuelta, dan la vuelta. Gorriones que aprendieron a picotear sobre el asfalto diminutos guijarros , llenos de hambre. La inmensidad es demasiado, incluso para la muerte de los patriotas, de alguna forma, de alguna forma desproporcionada. Nuestro encuentro a las catorce horas de resucitar. Yo soy el que va conmigo y contigo en compañía. Alejar...