TARDE.

Sobre una bóveda azulada imaginado el tiempo, en una pausa o en muchas la luz que parece quieta encima de la tarde. En los nidos hay bocas esperando. De vez en cuando volando sobre un pico llega una lombriz y el día deja de ser una aventura. Escucho los ruidos cercanos. Si transitas imagínate que detrás de cada cuatro paredes puede haber: amor, odio, sufrimiento, que puede estar surgiendo la vida o la muerte. Es indistinta la fraternidad de las ánimas de los vivos. Son nidos, y siempre habrá bocas abiertas.