VISITA.
Partimos un domingo como a las once, y al poco ya teníamos ganas de volver.
-Eso. Volver.
Porque vimos aquellas caras tan desagradables que te dicen primero una y luego la otra, ya estáis aquí, molestando.
Tuvimos que hacer cuatro horas en la estación, solo pasaron dos trenes en sentido contrario, el nuestro que venía de Galicia llego a las cuatro horas y media, y nos subimos, partimos de allí el lunes 16, como ya te dije más arriba, casi unas horas después de haber llegado a aquella casa extrañamente vacía, que parecía no tener vida.
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