UZES
San Prostónomo de Roque de Uzes es venerado en Pedraza de los Infantes, en la comarca de Segovia, por su bondad y su desprendimiento. Su imagen es sacada en procesión durante los Viernes Santos y en la festividad parroquial del 8 de agosto.
En estas celebraciones, el Santo se porta en una artesa de cuatro palmos de largo, rematada por una tapa de respaldo que sella un orificio de 230 milímetros de diámetro. Dicho orificio se comunicaba con la cuadra mediante un tubo cajonero, desembocando en la arpilla de los conejos; lugar en el que, según se cuenta, los animales se revuelcan, se aparean y juegan, mientras las emanaciones procedentes del recto, arrastradas por la gravedad, caen sobre un amasijo maloliente de restos de nabos, patatas y panceta.
Hubo tantos indicios de milagro que, el 8 de agosto de 1958 –un viernes abrasador en la carretera general, a las cuatro y media de la tarde– el Papa se vio forzado a reconocer un prodigio. Se dice que, tras dejar a una mula maderera alimentándose de cebada, el Santo sintió la ineludible urgencia de un reflejo gastro-cólico. Cuenta la leyenda que descendió por tres escalones hasta un pequeño cuarto, sostenido por una pilastra de losa, y se sentó sobre la artesa, como solía hacer. En ese preciso instante, empujó con ímpetu, experimentando un dolor repentino y extraño; su cabeza se inclinó hacia atrás en un gesto que mezclaba sufrimiento y éxtasis, como si una fuerza divina y un espíritu benevolente sostuvieran su rostro en una paz inexplicable.
Su madre, Plácida, fue la primera en notar algo inusual: al oír un estruendo y divisar una luminiscencia tras las dos puertas tajaderas, se apresuró a llamarlo. Al no recibir respuesta, lo encontró postrado e inmóvil, con una expresión beatífica que contrastaba con el desconcierto de la escena.
La noticia se propagó rápidamente. El cura, el alcalde, el médico de Abluyas y el maestro de Arribas de Sayas acudieron al lugar. Todos hallaron al Santo con los pantalones caídos, luciendo unos calzoncillos negros de franela y apoyado en unas chanclas de goma, con la mirada fija en el cielo y una serena expresión de beatitud.
Años después, tras que el Papa lo declarara Santo, la artesa fue retirada y se fabricó una representación en madera de cedro del Santo, conservando la misma singular postura. Esta imagen se pasea hoy en día durante los Viernes Santos y cada 8 de agosto, siendo objeto de veneración en toda la zona de Segovia y Toledo.
Y es que, curiosamente, hoy 18 de octubre se ha proclamado a nivel nacional que el 8 de agosto es la fiesta dedicada a todos los proctólogos.
Comentarios