VIDAMIA.



Si mirabas su coño siempre estába de mala hostia, fruncido, pensando en un futuro lleno de incertidumbre, no el purito yoyito en forma de melocotón, con todo el porvenir por delante, que te dan ganas de abrirlo hasta la "gruñita" y estar allí chupando sine die. No. Atreverte con su coño tan trasegado, tan restregado, era de valientes.
Sonaba una orquesta en el tercero, una perorata, el caballo viejo, luego yo soy el rey, luego bachata marronera, taka taka, y por los respiraderos de la cocina también sonaban aves del paraíso, y los cacharros de la vecina muerma, también aspiraban, espiraban detrás de otra lóbrega ventana los visillos como enaguas, inflados. Te confirmo que también olía a macarrones y tomate triturado. Y siempre estaba aquel fuerte olor a ajo refrito de la zona del Targoviste.
Como no me dejó besarla en la boca le pase los labios por el cuello, le metí la lengua por las orejas, por estar sensibles no me dejó chuparle las areolas en forma de fractal y puntillita de las tetas, luego tiré lo me que quedaba del caramelo mentolado, anisado, aquel olor que me llenaba de inquietud dentro del subconsciente, lo tiré por la taza del váter, y me quité el mondadientes de la boca, entre un casquillo de oro relleno de marfil de elefanta.
Noches así, un calvo como con peluca en la tele, y todas las noticias de que lo que ves en el universo de colores en realidad no es así, son radiaciones electromagnéticas interpretadas por códigos de infinitas frecuencias,,,,, que no es tan hermoso como te piensas, amor mío, vidamía.
Tiene que haber un "porrón" de universos. Y si no, al tiempo.
Tengo esa impresión. El resto era todo sobre los "putosjudiosdemierda" que flagelaban como los flagelaron, amén.
Estamos desencantados. A veces el agua del fregadero se va haciendo ruidos extraños que no sabemos interpretar.
No sé si estoy en casa de Dios, a donde me mandas, vete a pacer so capullo, ya ni me lames bien mi "ternura", el protésico del tercero si que sabe hacerlo con la lengua silbona, medio bífida, no tu, somaricón.
Y aquel olor entonces, restos de caramelo místicos.
Cerrar los ojos como si te deshicieras del mundo y tuvieras media luna desgastada en la boca.
De repente me vino una suave insectación a Anis del Mono, una osmogenesia como, si la santa María Mayela, se hubiese tirado un hermoso pedo, si, una "oloramia mariana", como si huebiera ido en la máquina del tiempo, y viese la misma mesa con los restos de pan bendito de centeno, y los espinazos del medio kilo de boquerones, y no, era de la Asturiana el anís , que ahora lo veo, veo la botella con aquellos saltitos de tajadera jotera. Lo veo. Sí, tu en la silla, las piernas abiertas, y aquel "sisito" en forma de hermoso melocotón de Calanda, diciendome, metete la de anis donde la epiglotis, dale vueltas, y cómeme el coño, hasta que me corra y te llene la boca de joven dulzura.

Comentarios

Entradas populares de este blog

PEYRONE

LÓGICA.

CANCIÓN SIN MÚSICA.