SUCESO.
"Muere un jubilado de 75 años durante un acto sexual en la Calle Escalante de Frenegal"
Romero Martínez, un jubilado de 75 años, falleció en circunstancias trágicas y escandalosas la tarde del pasado martes en la Calle Escalante de Frenegal, un conocido callejón donde varias mujeres ejercen la prostitución. Según fuentes cercanas al caso, el hombre habría ingerido una sustancia estupefaciente mezclada en una bebida, lo que le provocó un paro cardíaco mientras mantenía relaciones sexuales con una de las trabajadoras del lugar.
El suceso ocurrió en uno de los cuartos alquilados por Sendula, una colombiana de 38 años que ha trabajado en la zona durante los últimos cinco años. Testigos aseguran que Romero era un cliente habitual del lugar y que mantenía una relación cercana con Sendula, a quien visitaba al menos dos veces por semana. Sin embargo, esta vez la visita terminó en tragedia.
Crónica de un final anunciado.
Según el relato de Sendula, recogido por las autoridades, Romero llegó al local alrededor de las cuatro de la tarde. Como de costumbre, pidió una Coca-Cola antes de pasar al cuarto. La mujer asegura que no sabe cómo la sustancia llegó al vaso, pero reconoce que Romero comenzó a comportarse de manera extraña minutos después de beberla.
—Se quejó de que el sabor era raro —declaró Sendula—, pero no le di importancia. Luego empezó a sudar mucho y a respirar agitado. Pensé que era normal, que estaba excitado.
Sin embargo, la situación se tornó crítica cuando Romero, ya en pleno acto sexual, comenzó a quejarse de un dolor en el pecho. Según el relato de Sendula, el hombre intentó hablar, pero las palabras no le salían. En cuestión de segundos, su cuerpo se tensó y cayó sobre la cama, sin vida.
—Fue horrible —confesó la mujer, visiblemente afectada—. No sabía qué hacer. Salí corriendo a pedir ayuda, pero cuando volví, ya estaba muerto.
La sustancia que lo cambió todo.
Las autoridades no han confirmado oficialmente la presencia de cocaína en el organismo de Romero, pero fuentes cercanas a la investigación aseguran que se encontraron restos de la sustancia en el vaso de Coca-Cola que consumió antes del acto sexual. Además, se está investigando si Sendula o alguna otra persona habría mezclado la droga en la bebida de manera intencional.
—Es un caso muy extraño —comentó un agente de policía que prefirió mantenerse en el anonimato—. No sabemos si fue un accidente o si alguien quiso causarle daño. Lo cierto es que el hombre murió en una situación bastante comprometida.
La reacción de la familia.
Gumersinda, la esposa de Romero, de 67 años, se enteró de la noticia horas después, cuando la policía llegó a su casa para informarle del fallecimiento de su marido. Según vecinos, la mujer recibió la noticia con una mezcla de incredulidad y rabia.
—Ese viejo desgraciado —se le escuchó decir a Gumersinda mientras lloraba en la puerta de su casa—. Siempre supe que acabaría así. Siempre lo supe.
La mujer, visiblemente afectada, se negó a hacer declaraciones a la prensa, pero aseguró que no se haría cargo del funeral.
Un lugar marcado por la tragedia.
La Calle Escalante de Frenegal es conocida por ser un lugar de paso para hombres solitarios y mujeres que buscan ganarse la vida en condiciones precarias. Sin embargo, este suceso ha sacudido a la comunidad, que ahora se pregunta qué más podría estar ocurriendo entre las paredes de aquellos cuartos alquilados por horas.
—Esto no es normal —comentó un vecino que prefirió no dar su nombre—. Aquí pasan cosas, pero nunca habíamos visto algo así. Es triste, muy triste.
Mientras tanto, Sendula ha desaparecido de la zona. Algunos dicen que huyó por miedo a represalias, otros que fue detenida por las autoridades. Lo único cierto es que Romero Martínez ya no volverá a caminar por la Calle Escalante, ni a buscar refugio en los brazos de una mujer que, quizás, nunca lo conoció del todo.
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