POEMA REFORMADO POR UNA OCURRENCIA.
Tres generaciones hacía atrás lloraba de alegría a veces en el balcón abierto una enredadera dejando un rastro de sucesos en su tallo, aquel año que fue marrón claro y que olía a pan grande herido y abierto. . También el abandono con que me dejaron por primera vez sólo y me di cuenta y los rasgos de mi madre y de mi padre viéndome desde la puerta. . A lo largo de mucho tiempo vinieron los repartidores con sus camiones grandes. . C uando me iba la playa casi vacía llegaba su olor y los recuerdos los abrazos de que te hablo aún los lle vas siempre aquí el cuello de mi madre siempre oliendo a beso pequeño. . Cómo pasaré de este día a otro sin que tenga tristeza. Aún no sé cómo. El mar sigue sin descanso. Y tú, de qué noche me hablas si aún hay luz.