EL RECUERDO.
Si te queda el recuerdo,
aún cuando te mueres, te estás gestando.
Y creces mientras respiras.
De todos los abrazos hay uno que te impresiona,
la previa contemplación
nada que se parezca a lo brusco
a los incomprensibles olvidos.
La mano que sobre tu espalda se arrastra,
como limpiando las cosas.
Hubo una reflexión antes de abrazarme a ti,
estuvo lo tenue, el silencio en su apogeo
y un instinto
sin preocuparme por el previo concepto de las partes.
Sólo un instante, el olor de tu cuello,
una sombra verde sobre tus ojos
el efluvio infinitesimal de una rosa, mi cabeza sobre tu hombro
la primera vez de estar abrazados.
Y al separarte aquella sonrisa,
en forma de posesivo contagio.
De todos los abrazos siempre hay uno
excesivo en sus efectos,
absoluto,
en su previa contemplación,
sin fecha para el olvido
indemne para el recuerdo.
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saludos