Ahora mismo no percibo cual es mi realidad. Estoy sentado con una bolsa de viaje sobre mis rodillas. Mi cuerpo se mueve con la inercia del autobús que sale de una estación. Pero no sé a donde voy.
No quiero tú asqueroso cuerpo, deseo tú alma. Se la he ofrecido al mismo Belcebú. Te lo dije, si abres las puertas del cielo hay una escalinata, cientos de vírgenes haciéndose dedos. La Sagrada Concepción chupándosela al cuerno de la luna. -Cristo lleva una mochila de explosivos- Te lo dije, deseo tú alma. Se la he ofrecido al mismo Belcebú. Ya no escaparás de mí, ya nunca más, en mi está tú fin. No quiero tú asqueroso cuerpo, dame tú alma. Se la he ofrecido al mismo Belcebú. Ya no hay más poemas de amor escritos en la tapa de un libro. Ya no habrá más amor, ni más sexo insatisfecho. He ofrecido tú alma al mismo Belcebú. Allí, donde mora el rey de las tinieblas se hizo el espacio. Allí, donde el rey de las tinieblas se abanica se hizo el tiempo. Allí, donde el rey de las tinieblas reposa se inventó tú muerte. No des más caricias, prepárate. He ofrecido tú alma al mismo Belcebú. Será tú cuerpo envejecido en una grieta, en los instantes de un hueco inexistente, en el filo de un cuchillo,
Ahora sé, en estos tiempos modernos, que hay alguien que se llama como yo: Desiderio Artiaz Pérez, natural de Bembibre León, que vive en algún tercer piso a la derecha. La calle no importa. Por lo que puedo inferir, este individuo aún no ha fallecido y aparentemente se dedica a labores relacionadas con el campo, siendo en general, por un suponer, una buena persona. Tampoco me preocupa otro Desiderio Artiaz Pérez, natural de La Grajuela, que vive en una casa de planta baja en la calle Oronal de dicho pueblo. Según deduzco, tiene una pequeña herrería y fragua, donde se dedica a la fabricación de navajas de todo tipo, como tranchetes, lenguas de vaca, sevillanas, jerezanas y otras que son de su propia invención y no se encuentran en refraneros ni sucesos. Este Artiaz tampoco me parece alguien de mal augurio. El que sí merece ser llamado un desgraciado hijo de puta, es este Desiderio Artiaz Pérez que aparece aquí, dos páginas después de lo que Google muestra como resultado principal, com
Jueves Día 3 de febrero del año 2011. Me habían dicho que no estabas. (Preguntabas preguntabas preguntabas). -Sino está, Señor. -¡Ya le he dicho! - No está. Me expidieron en el vuelo IBE0478 hacía Madrid. En el paquete ponía: Por favor, tráteme con cuidado, mi cliente me está esperando y soy muy frágil. Por favor, le ruego que no me pise. Luego por la terminal del aeropuerto iba con el pinganillo del móvil. Llevaba la mano en la boca para que nadie me leyese los labios, iba ensayando poemas de amor para tí; y es que son de mi patente. Como estabas (no estabas en Madrid, estás en Madrid, aquí en este hotel, gilipollas, y te jodes). En Madrid empecé a respirar el mismo aire que ella respiraba. Ahora mismo son las once de la noche y siento tu aliento y tú hálito tan cerca. Y ahora mismo, también, no sé si hablo en presente, en pasado, o para el futuro. Te había buscado todas las mañanas de Febrero cuando la plenitud del cielo se presentaba tan extrañamente azul y frío. Y al andar así por
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