EL BMW


…me he dejado barba, pero ya te cuento…había dado cuatro vueltas a la manzana, con mi R-9, TS, del 82, bien conservado, iba a la gestoría , “Selohacemostodo”, de la zona del Empalme, cerca de la antigua Estación de La Renfe, aparcar en la Manzana del Empalme, se las trae, el caso es que a la quinta vuelta veo por mi lado un hueco, con su rayita azul, como para coger dos coches, meto el intermitente, y empiezo la maniobra para aparcar, hostias, tío, en esto llega un BMW, pintadito de color mierda, recién estrenado, habría costado doce kilos, de los de antes, por lo menos, y en un abrir y cerrar de ojos se me mete allí, me quedé flipando, se bajan dos pijos trajeados se ponen delante de mi, me hacen una rabila y lo del dedo del urólogo, y encima me dicen, tiralo pringao, y se van, pues sabes, di otras cuatro vueltas y no volvió a aparecer hueco igual., y la cosa me urgía, volví al barrio de las Mil, metí el R9 en el garaje, paré un taxi, y con el rabo entre las piernas, dejé la escritura en la gestaría, ya ves tío, tío, tío, no acaba aquí la cosa, a eso de los diez días, por una casualidad, pasé por allí, sobre las dos de la mañana, y tío, tío, tío, entre la esquina de la calle Faro Norte, y Anselmo Arenal, estaba el BMW, inmaculado, limpio, brillaba como una estampita, aparcado en la esquinita, encima de un paso de cebra, me dije, joder, están aquí los hijos de puta, pues me lo puso aquí, Belcebú, llegué a las Mil, aparqué el R9 en el garaje, y cogí un piolet que siempre llevo en la guantera, (por si hay que abrirle a uno la cabeza), me dije, esto bien vale un taxi, volví, el BMW aún estaba allí, miré arriba abajo, me apoyé en la puerta de adelante, y disimuladamente, empecé a picarle la puerta como un pájaro carpintero, así con las cuatros puertas, el capot, las lunas ,( la delantera a los dos picazones se quedo como una telaraña.), me dije, voy a descansar, caminé un poco, para distensionar, para otear, volví para atrás, y empecé con los faros, primero los de adelante, luego los de atrás, pues me dije, hay que acabar bien el trabajo, saqué la rasca, de las de venteo, y se las clavé, primero en las ruedas de adelante, y luego en las de atrás, por si acaso, menudos hijos de puta, pues por si acaso, pues por eso, me he dejado barba, tío…tío, tío

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