TE MIRA A LOS OJOS.


Hay una parte de azar para que ocurra un suceso en toda inmovilidad.
Son antiguas paradojas: Aquiles y la tortuga, el arco y la flecha,
sin alcanzarse nunca,
o recogiendo un impulso.
Es muy cierto que antes de devorar digieres mentalmente.
Y que la imperfección está decorando las esquinas donde hay algo expuesto.
Pero no estoy de acuerdo que para regenerarse todo debe destruirse.
He sabido que de lo inanimado procede lo animado.
El insecto que debajo de tu zapato sobrevive,
sale reptando en un gran desafío, y es una burla para la fortuna,
o la semilla que explota para alejarse por un designio imposible.
No es una casualidad que si algo se  muere, algo tiene que nacer.
No es una casualidad que algo que está aquí esté en otro lado a la vez.
No es una casualidad que un  hombre ya muere cuando olvida su nombre.
No es una casualidad que  un ser humano nace cuando lo señalan.
En el amor suceden  dos estados, cuando estás y te aprieto,
cuando sobre mi queda tu mano, aunque ya te hayas ido.
Ante toda imposibilidad, si exceptuamos el descuido,
antes de asesinarlo,
un hombre siempre te mira a los ojos.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
eres total, me encanta leerte.
Monik.
Anita Noire ha dicho que…
Os lo he dicho cientos de miles de veces y no me creéis. La casualidad no existe, el amor no existe, todo es una enorme paradoja amés de una inmensa paja mental.
besos kenit
Idus_druida ha dicho que…
Jo, Anita, eres la materia en si misma.
Monik. No te conozco, me grada que me leas.
Abrazos.
Javier Muñiz ha dicho que…
Hola, concisas y precisas letras desnundan integramente la germinal belleza de este blog, si te va la palabra encadenada,la poesía, te espero en el mio,será un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos anómalo

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