CHERENKOV.

 


Romualdo Ardura Aguirreituriagorza, fue un maestro de escuela de un pueblo llamado Espesura del Infantado, correspondiente a la zona de Miranda del Ebro, ya en los límites del País Vasco.
Romualdo había escrito en la Voz de Miranda, varios artículos describiendo aquellas raras luminiscencias dadas en los pastores y pastorcillas que llevaban sus rebaños en primavera a la zona del Valle de los Roncales, y a las laderas de los Molinos de Andorain.
He de decir que Romualdo era un profundo aficionado a la Física General, incluso con cierta profundidad en lo que correspondía a las reacciones atómicas, en un amplio y esquématico sentido, explicando, incluso, con esquemas coloreados, y pequeños rompecabezas de cartón esféricos, a los alumnos lo que podría ser la fisión nuclear en una bomba atómica. Algo, que por aquellas fechas era un tabú en lo que se denominaba enseñanza primaria de la época, enseñanzas que solo se afanaban en catecismos, onomásticas religiosas, memorizaciones históricas de nuestros héroes nacionales, sin poca ciencia de lo que sucedía en la naturaleza, y sobre todo mucha memorización de cánticos con las tablas de multiplicar, y otras ciencias mínimas.
El primer informe del Sr. Ardura, data del 26 de Abril de 1965, donde relata de como una pastorcilla llamada Anastasia Simón, fue vista por su madre cuando esta accedió a su habitación compartida con seis hermanos más, y la vio con un halo azulado que daba vuelta en arco al frontal de su cabeza. No pudiendo la madre superar el trance, a esas horas intempestivas de las cuatro de la mañana, salió a despertar al Párroco, don Venancio Aruba, para que viniese presuroso, a dar fe de aquel prodigio, que sin duda debería ser algo milagroso.
Luego de aquel trance, interrogada la niña por el Maestro, le dijo, que ante la tormenta de agua, truenos y granizo de la tarde de los hechos, se había cobijado en la Cueva de los Armicios, en el fondo de los Roncales, y que habían penetrado hasta la Sima del fondo, donde casi no llegaba la luz.
Recoge Ardura, que ya existían indicios corridos por voz de prodigios semejantes, incluso se hablaba casi como de leyenda, de como ovejas andaban con halo virginal, semejantes a los cuadros divinos, corderrillos blancos con aquella luz hermosa, clara y azulada en el entorno de sus cabecitas.
Por otro lado, no sé si debido a la zona de pastoreo, la poca fecundidad de los rebaños era evidente, en algunos casos se veían los dueños del rebaño obligados a traer corderos jóvenes de otras zonas.
Pero lo que pasó el 26 de Abril ya había tiempo que no había sucedido. El hecho causó una gran expectación, ya que eran recientes las apariciones sucedidas en Garabandal. Hubo revuelo en los días posteriores por el prodigio de la pastorcilla y de la cueva. Siendo la prudencia del párroco y del maestro los que fueron apaciguando el ánimo, y la euforia mariana de los vecinos.
Siguieron pastoreando los zagales, y los pastores viejos, con su bien sabido por todos de sus rezungueos con cabritas preferidas. Sabido era lo de Belarmino con una cabra alpina de grandes cuernos, o lo de Servando el Buitre, que se las hacía con una oveja ojinegra traída en una piara de seis desde Teruel, célebres por su dureza y fecundidad, y por su profunda hendidura vaginal.
Con el tiempo, la cosa regresó a su calma. Se andaba de aquella por las apariciones de Nuestra Señora de las Gracias de Onuva, en la cañada del Juncal, por la zona de Sevilla.
Sucedieron entonces por Miranda las grandes tormentas del invierno del año 69, lo que ocasionó el derrumbe de la parte lateral de la Cueva de los Armicios, a lo que aparte de comentarios pidiendo precaución en el cobijo de los rebaños no causó más alarma, hasta el día 19 de marzo de 1969, en que hacía las nueve de la noche regresa al pueblo el rebaño de Servando el Buitre, con sus cien ovejas y dos perros labradores. Fue tal el revuelo al ver a todas las ovejas con aquel halo azulado reflectante en la noche calmada, y al mismo Servando con aquella luz que le emergia de la cabeza, que la gente empezó a arrodillarse, incluso, muy a pesar del Sr. Parroco, las campanas de la iglesia comenzaron a tocar sin ningún son.
Fueron momentos de gran confusión. No era baladi ver pasar en la oscuridad limpia de la noche, con solo unas cuatro luces de bombillas amarillentas en el pueblo, ver pasar el rebaño del Buitre, con aquella azulada y hermosa fluorescencia, muy acusada la claridad radiante en plena cabeza de los ovinos. El desconcierto fue tal que muchas abuelas sacaron forro de rodilla y velo de cabeza para postrarse en plena calleja, y orar largo tiempo al Santísimo, o al santo que fuera de su devoción.
Iba el Buitre y los perros labradores de primeras, todos en la cabeza aquellos rayos milagrosos, seguidos de un cabrón con el cencerro, y las recuas de ovinos todos lo largo que daban con aquella luz un extraño resplandor.
No sé muy bien describir el fenómeno. Sabrá el lector cerrar los ojos e imaginar tal procesión, sabrá el lector imbuirse en la mística del momento.
Lo explicado en rasgos generales es con el fin de poner en valor y juicio el mérito del Señor Maestro, cuando en aquel artículo certero de la Voz de Miranda, dio explicación científica a lo sucedido, aunque para muchas mentes cerradas en la tradición religiosa, y dadas las circunstancias del regimen dominante, quisieron lapidarlo científicamente, si no fuera porque expertos llegados de Madrid, que de aquella andaban en busca de la bomba atómica para España, descubrieron aquel filón de Uranio 238, con una gran riqueza del isotopo 235.
Si ustedes son aficionados a la reciente historia de España, sabrán que a raíz de estos yacimientos se creo en en Andujar la fábrica de concentrados de Uranio, procedentes en un ochenta por ciento de la explotación de la cueva de los Armicios. Cerrada definitivamente en el año 1998.
Pero con este pequeño homenaje al Maestro, quiero decir, que en el octavo articulo publicado en el Diario de Miranda, explicó profusamente aquellos seudomilagros, que hubieran sido milagros totales de no ser por su pormenorizada explicación bajo las teorias primero, y demostraciones fehacientes después, de la Radiación de Cherenkov.
Dejo a vuestra libre ansia científica que os pique el gusanillo de saber más de este extraño milagro celestial, que el eminente Ruso y el Maestro supieron explicar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CANCIÓN SIN MÚSICA.

TOCAYO.

OBJETO.