LETANÍA.

 


Lo que en mi lasa vida me parece trágico
no tiene comparanza con otros desánimos
comparanza con aquellos
los que tiene el repente. Y todo lo trágico en un segundo.
Siempre hay algunos en todos los sucesos,
que presienten que les van a segar la vida.
Mucho ocurre eso en las guerras.
Y en tiempos de odios y blasfemias.
Digo. Tu guerra de banderita.
Tu guerra.
De sofá.
Imagínate.
Tu y yo que quizás no supimos matar nada.
De repente debes matar lo que siente, y lo que presiente.
Mira, incluso
aunque la tuya, tu vida, te anuncien
que será cada día más esigua. Hasta llegar
a cualquier celebración de santoral
en que se acabe como es debido. Sobre un lecho.
Lleno de paz.
Siempre.
Está esa trágica forma de destino
cuando ibas a por tu pan nuestro.
Para tus hijos. Y te recoge un tramo de metralla,
quedando allí para la noticia.
De que no se le ocurra a otro dar de comer a lo que quiere.
Sabes, no es nada baladí, que te maten
y luego te canten alabanzas,
oh, el héroe que salio a por pan. El poema.
Y te cantan y te veneran y pidan por ti el perdón
de qué. El perdón. De qué.
Reflexiono sobre esto cuando presiento el desgaste.
Que debe de ser de toda la vida.
Me doy en el pecho con mi puño cuando miro
el piélago del mar, tan místico.
Hay que dar gracias por toda mi puta existencia
que no haya tenido que salir por el pan vuestro.
Y que no haya muerto,
así. Trágicamente.
Un atardecer.
Sin ninguna causa justa,

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Lo dice Tonino Devoparovich.

Entradas populares de este blog

CANCIÓN SIN MÚSICA.

TOCAYO.

OBJETO.