HOJAS.

 


Merece la pena que te despiertes otra vez,

al tierno y luminoso gris.

Otra vez poder verte arrastrando las hojas del otoño,

acercándote leve, moviendo el aire que respiraré.

He de decirte que el significado es que nada sobra,

entre nosotros todo un mundo con sus figuras y sus formas.

Imprescindible cualquier pliegue diminuto,

el rastro más indiferente,

la vida más trágica.

Si vuelves a mover las hojas envejecidas,

sabré que puedo hablarme a mi mismo,

repetir lo que he de decirte,

cuando tus ojos se posen sobre mi,

a dos dedos de distancia,

y tu mano me apriete de esa forma,

en que vuelvo a reconocerme a mi mismo,

cuando te digo que te quiero.


Comentarios

Carmen ha dicho que…
Qué bonito y pausado. Inspira un amor calmado.
La calma hoy parece de otro tiempo.
Idus_druida ha dicho que…
Un abrazo grande, Carmen.
Anónimo ha dicho que…
Me encanto este poema. Es hermoso. Desi.
Idus_druida ha dicho que…
Gracias. Un saludo.

Entradas populares de este blog

COLCHÓN.

NO LO OLVIDARÉ NUNCA.

LOS COJONES DE CORBATA.