MI GORDITA.

Parece ridículo pero no hay diferencias. Usualmente es de lado como me levanto. El viernes contemplando la claridad, abiertas las piernas en la cama. Me palpo en las ingles desde el ano hasta la pelvis, por los dos lados, los dedos sobando suavemente en busca de bultitos, luego bajo los brazos en los sobacos, luego por debajo de la barbilla y en el cuello, luego me empiezo a sobar la polla lentamente, y si se pone curiosa me hago una paja. No todos los viernes toca una paja. He dado tres vueltas de un lado al otro, tres vueltas al completo de un lado al otro. Han venido a verme los tres seres. Ayer estaban aquí. Me han contado su decisión al respecto. He podido escucharlos mientras volvía en sentido contrario. De esa forma en que siempre me hablan antes de levantarme. Presiento que hago el ridículo más absoluto delante de ellos. Con un impulso. Por fin. Una de las vueltas ha sido incompleta. Los pies abajo. Me he levantado con grandes dificultades espirituales. No es casual que t...