NUBELIA Y LOS GATOS.

En el mundo del pueblo de Nubelia del Marqués de Abajo, se tenía muy claro que todos los gatos volaban. Te lo digo de forma tan escueta porque es un hecho tan evidente como que el agua de la lluvia moja. Los aldeanos están acostumbrados a verlos despegar desde los tejados, planear entre campanarios, posarse sobre las tejas marrones de los altillos y aleros, y dormir suspendidos sobre las ramas más altas de los chopos como diminutas nubes de terciopelo. --La regla en el pueblo era corta y concisa: “Si el animal es gato, vuela.” Un día nació Luna, una gata blanca con ojos de jade muy hermosos. Desde pequeños, los demás felinos se elevaban unos días después de abrir los ojos. Ella, en cambio, se quedaba en el suelo, jugando entre las margaritas y arrimando pequeños guijarros blancos de cuarzo con sus pequeñas patitas. Todo eso que os cuento, originó un problema existencial y de identidad muy importante. Lo que origino que en la aldea se empezase a notar mucha inquie...