QUE LO HABÍA DISFRUTADO.
No hay un muerto, ni un hombre solitario, que en un día de lluvia pardilla y fina, no le pasee lentamente un caracol hasta los ojos abiertos. Hoy como salí temprano me pasé por el Alimerka de la calle Roncal, y me compré cuatro tarros de caracoles Scargots del Campo. Esta marca les da a los caracoles un toque al ajillo muy bueno. También me llevé cuatro botellas de Lambrusco Monteberín de Módena, me gusta este claretillo italiano dulce y espumoso. Lo primero que hice al llegar a casa fue colocar el Monteberin en el congelador, para que tome cuerpo y esté bien frío. Tenía mucha hambre, así que fui directo a la cocina, bajé del estante la cazuela grande de barro alfarero, emborqué los cuatro tarros de caracoles al ajillo y medio tarro de tomate ecológico Vila Bella, dos pimientitos de piquillo de Losada, un pimiento choricero entero, dos guindillas cortaditas, un hueso cocido de jamón de Grado desparramando por encima, un chorizo picantón de Valdevimbre. Para acabar, un buen chorro de