RAZONABLE.
No es que en la garganta te sientas atragantado por los cojones. Sólo regurgitas ciertas palabras de amor un tanto olvidadas. Un extremo era estable, el otro también. Por el medio muchas turbulencias. Recorrimos juntos la millonésima parte de un Meridiano. Pero un día que hablábamos de geodesia. -a las 2.280 horas de habernos conocido-, fue aquella mirada sublime por lo turbia. En las cosas del espíritu no caben los ejemplos. Y además hacía frío sobre los estómagos. Hoy es el día internacional de la de Dios y su Madre, en el sentido de la Inmensidad. Hablo del día deslucido por la certeza de que ya no me amas. Lo sé. Abreviando. Ni un milímetro de mi piel te resulta diferente, no hay recodos, ni pliegues que ya no reconozcas, ni pensamientos que no detectes, ni intenciones que no descubras. Hoy, en aquel estado en que me dejaste, cuasi erecto, apoyadas tus manos sobre mi pecho, ni un tanto así de la danza del velo, ni un poco así como un