QUE CASI NO EXISTEN.
El bosón de Higgs no nos dirá, aún, de qué estamos hechos. Ni si es posible estar aquí y allí al mismo tiempo. -Deberemos aún suponer. A veces intento escapar de mi compañía y busco la compañía de otros. Me ofende escucharme a mi mismo, quiero decir dentro de mi mismo, ahí mismo. Eso que te lleva a todos los lugares y que eres tú. No sé cuántas palabras de media tengo que escucharme: día y noche, y al otro día, y a la otra noche, sucesivamente. Algunas veces viene mi amada y comentamos intranscendencias -hubo muchos muertos acaso en otros lugares-. Follamos y hablamos, es lo justo, y algunas veces cerramos los ojos. Mientras tanto ocurre el trance, como si masticáramos pan blando mojado en salsas misteriosas. Yo estoy con ella y es un aburrimiento, extrasístoles ventriculares. Y ella también en ese trance de no tener qué decirme, algo agitándose, no sé de qué forma, como sin espacio, es el corazón dentro de si mismo, el corazón a su ritmo, saliéndose. Es tanta la confianza que el